Voladores de Papantla una tradición Veracruzana?
- alsomed
- 16 abr 2017
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Los hombres-pájaro de los Voladores de Papantla, una danza-invocación, que podría decirse, tuvo un uso extenso en Mesoamérica, es decir, no es necesariamente es originaria de Papantla (más bien así se le conoce popularmente): la practicaron los nahuas, mexicas, totonacas, e incluso en lugares del occidente del país como Jalisco o Nayarit.
Suele apuntarse, como su nombre lo muestra, que los Voladores son de Papantla, son de una región totonaca ubicada en los límites de Veracruz con Puebla, aunque hay vestigios de un ritual similar representado en cerámica en culturas de los estados de Jalisco, Colima y Nayarit. Otras versiones apuntan a que este ritual como hoy lo conocemos ya se celebraba en antiguos centros ceremoniales como Yohualicha, en Cuetzalan, pueblo místiquísimo de la Sierra de Puebla, donde cada tarde los voladores, antes de que se acueste el sol, hacen esta hermosa alegoría. Aunque quizá su origen es totonaco, su uso se extendió a regiones nahuas del centro y occidente del país, y se cree que la alusión a los ciclos solares fue incorporada por los mexicas.
Significados
Este ritual está vinculado, como muchísimo de la cultura mesoamericana, a la invocación de la lluvia y el maíz; en pocas palabras, a la fertilidad. Los hombres-pájaro ascienden al tronco de un árbol de pino, normalmente de alrededor de 25 metros, y hacen una especie de danza, más cerca de los dioses, seduciendo a los 4 puntos cardinales (la danza también se lleva a cabo por 4 hombres, cada uno apuntando hacia un punto cardinal), con el fin de que venga la lluvia. Su significado más profundo se manifiesta en la generación de 52 vueltas por parte de 4 los voladores: cada uno hace 13 vueltas, y en total suman los 52 años del ciclo solar.
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